El glorioso Club Sarmiento llegó a su onceavo título en el año 1966. La regularidad del equipo y la seguidilla de triunfos indican el gran desempeño, con 18 partidos jugados donde consiguió 11 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Convirtió 38 goles y recibió 19. El Albiazul se coronó campeón una fecha antes del fin del campeonato, luego de empatar 1 a 1 como local ante su inmediato perseguidor el Deportivo Arroyocortense.
Sarmiento 1 Argentino 1
At. Huanguelén 0 Sarmiento 4
Sarmiento 0 El Progreso 1
Peñarol 2 Sarmiento 3
Sarmiento 4 Independiente 4
Boca Jrs 1 Sarmiento 3
Sarmiento 2 Blanco y Negro 1
Arroyocortense 1 Sarmiento 3
Sarmiento 2 D. Sarmiento 0
Argentino 0 Sarmiento 1
Sarmiento 1 At. Huanguelén 2
El Progreso 0 Sarmiento 5
Sarmiento 1 Peñarol 2
Independiente 0 Sarmiento 2
Sarmiento 1 Boca Jrs 2
Blanco y Negro 0 Sarmiento 1
Sarmiento 1 Arroyocortense 1
D. Sarmiento 1 Sarmiento 3
Tabla de Posiciones
Sarmiento 25
Arroyocortense 24
Argentino 24
At. Huanguelén 20
Peñarol 18
Blanco y Negro 17
Independiente 15
El Progreso 13
Boca Jrs 13
D. Sarmiento 9
Actuación del equipo (Extracto de la crónica del semanario El Argentino, 18 de Octubre de 1966)
Nicolás Siciliano trabajó seguro y dio tranquilidad a su defensa, oportuno en sus salidas y se constituyó en un tercer zaguero, una tarea completa.
Ricardo Gramundo en la primera parte daba sensación de ser impasable, en el complemento igualmente bien, atento al anticipo y rápido para volver se constituyó en buen valor.
Ángel Dezi el veterano zaguero sarmientista, mucho mejor que en anteriores actuaciones, ganó más de las que perdió, indiscutido mérito ante una delantera rival hábil y efectiva
José Oraindi el que mejor brilló en la defensa, buena labor defensiva proyectándose como un delantero más, bien en los cruces y marcando a presión durante los '90, no permitiendo llegar al adversario.
Jorge Solís sobrio en la marcación, sin arriesgar, bien en las entradas y peligroso en los tiros libres, cumplió con la tarea asignada, mantuvo ritmo y es importante.
Héctor Beratz trabajó con criterio entendiéndose con Dezi, anuló al extremo derecho visitante.
Alfredo Cotarelo tuvo lapsos aceptables, un poco abandonado por sus compañeros, el gol por un centro largo ejecutado por él, pero siempre se insinuó peligrosamente por sus rápidos y potentes disparos.
Arturo Barranco trabajador incansable y nexo entre la defensa y la delantera, hábil en las entregas buscando las arremetidas de Carro y el pelotazo al claro sobre la izquierda donde estaba Ferreros.
Rubén Carro arrastró a muchos defensores, en algunas oportunidades abusó de la gambeta, pero ensayó tiros difíciles, corrió mucho y siempre fue un delantero peligroso que cumplió con su cometido.
José Ferreros veloz y mucho dominio de pelota, por su tarea lo ubicamos entre los delanteros, luchó denodadamente y no se entregó nunca, se afirmó más en la segunda etapa.
Enrique Arias decidido hizo el gol y con eso mucho, le faltó claridad en algunas jugadas propicias y con buenas posibilidades, no supo aprovecharlas.
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